El camino del
aprendizaje y la enseñanza es de ida y vuelta permanente. Porque nunca
debemos dejar de aprender ni enseñar. Es un ciclo infinito que mantiene
la dinámica del crecimiento y la evolución del individuo.
"El Maestro llega cuando el alumno está dispuesto a aprender"
El rol de Maestro, Guía, Mentor es de suma importancia y
responsabilidad. Es un tránsito que implica conocer las reglas básicas
de la enseñanza: Manejar contenidos, actualizarse, comprobar la eficacia
y la utilidad en la aplicación, paciencia, creatividad ,apertura y lo
más importante, predicar con el ejemplo.
"Quien enseña, aprende dos veces", de tal manera que Aprender es un camino de dos vías,
porque en este fluir del conocimiento como energía transformadora, el
equilibrio se logra cuando una vez alcanzado el punto máximo de lo que
queremos comunicar, automáticamente, recibimos una respuesta de como fue
asimilada la información.
Esto nos permite saber si hemos elegido el camino adecuado para que ese
objetivo se cumpla. De no ser así tendremos que desmontar la estrategia y
ajustarla para conseguir nuestros fines.
Es muy importante, que aquel que llega en busca de conocimiento, tenga una disposición a recibir desde la humildad de quien nada ostenta. Aún teniendo conocimientos previos. Debemos llegar como una hoja en blanco, limpios de prejuicios y ruidos que limiten nuestra infinita capacidad de aprender y decodificar aquello que venimos buscando. Por esta razón, es importante que una de nuestras primeras lecciones sea aprender a escuchar, con dinámicas sencillas, esto nos permitirá desarrollar la habilidad de seguir instrucciones y auto-controlarnos, concentrando nuestra atención en lo que nos dicen sin anticiparnos a responder, pues esto es prueba inequívoca de que nuestro cerebro comenzó a elaborar un pensamiento antes de tener toda la información.
Es evidente, que la reacción de un artista marcial debe ser anticipada, medular, desde nuestro cerebro reptiliano, instintiva, pero eso se logra cuando hemos internalizado un proceso en el que una técnica de combate se asimila de manera orgánica y vivencial. Después de un análisis de las condiciones y la repetición de los "drills" hasta que se conviertan en un acto reflejo. Esto también es un camino de ida y vuelta. Vamos de la razón al instinto y visceversa.
Es importante entonces revisar, depurar, actualizar y optimizar nuestras estrategias y sus tácticas, aprender de nuestros alumnos y sus respuestas y escuchar con atención a nuestros maestros y su experiencia. "Lo que bien se aprende, jamás se olvida" .
Por: Anastacia López Navarro/Cinturón Negro IV Dan Tae Kwon Do
Es muy importante, que aquel que llega en busca de conocimiento, tenga una disposición a recibir desde la humildad de quien nada ostenta. Aún teniendo conocimientos previos. Debemos llegar como una hoja en blanco, limpios de prejuicios y ruidos que limiten nuestra infinita capacidad de aprender y decodificar aquello que venimos buscando. Por esta razón, es importante que una de nuestras primeras lecciones sea aprender a escuchar, con dinámicas sencillas, esto nos permitirá desarrollar la habilidad de seguir instrucciones y auto-controlarnos, concentrando nuestra atención en lo que nos dicen sin anticiparnos a responder, pues esto es prueba inequívoca de que nuestro cerebro comenzó a elaborar un pensamiento antes de tener toda la información.
Es evidente, que la reacción de un artista marcial debe ser anticipada, medular, desde nuestro cerebro reptiliano, instintiva, pero eso se logra cuando hemos internalizado un proceso en el que una técnica de combate se asimila de manera orgánica y vivencial. Después de un análisis de las condiciones y la repetición de los "drills" hasta que se conviertan en un acto reflejo. Esto también es un camino de ida y vuelta. Vamos de la razón al instinto y visceversa.
Es importante entonces revisar, depurar, actualizar y optimizar nuestras estrategias y sus tácticas, aprender de nuestros alumnos y sus respuestas y escuchar con atención a nuestros maestros y su experiencia. "Lo que bien se aprende, jamás se olvida" .
Por: Anastacia López Navarro/Cinturón Negro IV Dan Tae Kwon Do